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Gokushi-rol :: Llegada :: Celdas
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Siempre he oido eso, pero hasta ahora me va bien...
Tampoco era que Itachi no durmiera nada en lo absoluto, solia hacerlo un par de horas quizas, y en ciertas ocacion, aunque muy raras, dormira hasta seis u ocho horas claro que eso ocurria si estaba extremadamente cansado por algun motivo en especial, y ese dia no era uno de esos por lo que permancer despirto por largo tiempo era lo mas seguro a ocurrir en esa ocasion ademas tenia con quien hablar aunque fueran pocas palabras era una forma de pasar el rato; aunque en ese momento no habia mucho que decir y luego de las ultimas palabra de la pelirosa, esta habia vuelto a dibujar en sus rostro una de las tantas sonrisas que habia dado durante aquel encuentro, sin embargo esta vez el Uchiha noto algo distinto, algo diferente a los demas momentos que ella habia sonreido, el ritmo cardiaco de la joven se habia acelerado un poco, esto habria pasado desapersivido para muchos pero el pelinegro no era alguien comun y sus sentidos estaban mas agudizados que los de otras personas por lo que pudo percatarse de eso; que ella estuviera nerviosa fue lo primero que cruzo la mente del Uchiha al notar esa diferencia, seria por la cercania que tenian?...era probable y quizas esa sonrisa fuera una forma de disimular, almenos eso dedujo el ojos-rojos
No se habia movido mientras sacaba aquellas conclusiones y por su mente paso el ver hasta donde podria llegar ella sin dejar mostrar aquella porcion de nerviosismo que sus latidos no podian ocultar, levanto su mano izquierda y la llevo a la altura de la mejilla de la joven cruzando mientras le rosaba un poco para colocar un mechon de cabello que alli se encontraba por detras de su oreja y comocarselo con el resto del cabello para que no tapara su rostro, asi mismo en aquel movimiento el se habia acercado aun más a Lya a tal punto que casi podian sentir la respiracion uno del otro y permanecio alli por unos segundo para ver como reaccionaba la pelirosa
Talvez eso habria sido demasiado atrevimiento por parte del pelinegro y quizas la joven reaccionaria alejandolo de ella bruscamente, pero pues Itachi sabia que eso era una opcion y estaba preparado para recibirla, eso por otro lado no quitaba que habia algo de provocativo para Itachi el estar tan cerca de Lya, despues de todo por ensima de sus facetas de asesino aun eran personas como otras, sin contra claro los poderes o habilidades unicas de alguno de los dos
Tampoco era que Itachi no durmiera nada en lo absoluto, solia hacerlo un par de horas quizas, y en ciertas ocacion, aunque muy raras, dormira hasta seis u ocho horas claro que eso ocurria si estaba extremadamente cansado por algun motivo en especial, y ese dia no era uno de esos por lo que permancer despirto por largo tiempo era lo mas seguro a ocurrir en esa ocasion ademas tenia con quien hablar aunque fueran pocas palabras era una forma de pasar el rato; aunque en ese momento no habia mucho que decir y luego de las ultimas palabra de la pelirosa, esta habia vuelto a dibujar en sus rostro una de las tantas sonrisas que habia dado durante aquel encuentro, sin embargo esta vez el Uchiha noto algo distinto, algo diferente a los demas momentos que ella habia sonreido, el ritmo cardiaco de la joven se habia acelerado un poco, esto habria pasado desapersivido para muchos pero el pelinegro no era alguien comun y sus sentidos estaban mas agudizados que los de otras personas por lo que pudo percatarse de eso; que ella estuviera nerviosa fue lo primero que cruzo la mente del Uchiha al notar esa diferencia, seria por la cercania que tenian?...era probable y quizas esa sonrisa fuera una forma de disimular, almenos eso dedujo el ojos-rojos
No se habia movido mientras sacaba aquellas conclusiones y por su mente paso el ver hasta donde podria llegar ella sin dejar mostrar aquella porcion de nerviosismo que sus latidos no podian ocultar, levanto su mano izquierda y la llevo a la altura de la mejilla de la joven cruzando mientras le rosaba un poco para colocar un mechon de cabello que alli se encontraba por detras de su oreja y comocarselo con el resto del cabello para que no tapara su rostro, asi mismo en aquel movimiento el se habia acercado aun más a Lya a tal punto que casi podian sentir la respiracion uno del otro y permanecio alli por unos segundo para ver como reaccionaba la pelirosa
Talvez eso habria sido demasiado atrevimiento por parte del pelinegro y quizas la joven reaccionaria alejandolo de ella bruscamente, pero pues Itachi sabia que eso era una opcion y estaba preparado para recibirla, eso por otro lado no quitaba que habia algo de provocativo para Itachi el estar tan cerca de Lya, despues de todo por ensima de sus facetas de asesino aun eran personas como otras, sin contra claro los poderes o habilidades unicas de alguno de los dos
Itachi- Criminal
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Fecha de inscripción : 16/12/2009
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¿Quién dijo que se ponía mantener la calma? En una situación como esta ya es difícil decir lo que es estar en calma, más por la grandiosa ayuda del joven, que en vez de ayudar lo perjudicaba. Y su cercanía ya era excesiva.
Más que no sabía la razón por la cual le acomodo aquel mechón de cabellos detrás de la oreja y se quedaba sin hacer nada más que mirar y acercarse. Claro se detuvo, pero la distancia era mas corta aun. No sabía muy bien si hablar, apartarse o simplemente quedarse en esa posición como si no hubiera pasado nada. Pero si había pasado algo y estaba nerviosa, que tuvo que tragar un poco de saliva al verse en ese estado. Su corazón aun latía, fuerte y parecía que no pararía.
Tomo la opción de hablar e insinuarle algo, para que él mismo se apartara y tomara conciencia de lo que hacia o de lo que estaba pasando. –Estas muy cerca…- Musitó suavemente, casi transformándolo en un susurro. Ya no sonreía y se podía notar claramente que estaba reflejándose su nerviosismo, principalmente por el color de sus mejillas, que se tornaban un tanto rojizas.
Por otro lado el chico estaba como si nada o eso creía ella, ya que no reflejaba ni siquiera una muestra de intranquilidad, ni de nerviosismo. Estaba como si todo aquello fuera tan natural, algo sin importancia. Un jueguito tal vez, que la única victima de todo era Lya, que cada vez se ponía mas nerviosa. Ella sabía que podría soportar mucho, pero hay ocasiones, días, momentos, que no es buena ocultando muy bien y su disfraz de “Soy totalmente ajena a lo que hagas” se quebraba.
Y pensar que todo empezó porque ella se le acerco primeramente y no se aparto. Posiblemente la historia hubiera sido otra si no hubiera sido tan orgullosa al respecto y aceptado que si estaba intranquila, pero no, tenía que salir su lado “yo se que puedo demostrar que nada me afecta” y si, lo iba a repetir mil veces, porque ahora tenía que enfrentar a las consecuencias de aquello.
Respiraba profundamente, sintiendo los latidos de su corazón, no se calmaba. Tampoco le apartaba la mirada de encima y tragaba a ratos un poco de saliva con esfuerzo, desviando ya la vista y solo centrándose en los labios del joven, subiendo a rato después a un ritmo lento su ojo diestro y observándolo nuevamente a los ojos, aquellos rojizos ojos que la miraban.
Más que no sabía la razón por la cual le acomodo aquel mechón de cabellos detrás de la oreja y se quedaba sin hacer nada más que mirar y acercarse. Claro se detuvo, pero la distancia era mas corta aun. No sabía muy bien si hablar, apartarse o simplemente quedarse en esa posición como si no hubiera pasado nada. Pero si había pasado algo y estaba nerviosa, que tuvo que tragar un poco de saliva al verse en ese estado. Su corazón aun latía, fuerte y parecía que no pararía.
Tomo la opción de hablar e insinuarle algo, para que él mismo se apartara y tomara conciencia de lo que hacia o de lo que estaba pasando. –Estas muy cerca…- Musitó suavemente, casi transformándolo en un susurro. Ya no sonreía y se podía notar claramente que estaba reflejándose su nerviosismo, principalmente por el color de sus mejillas, que se tornaban un tanto rojizas.
Por otro lado el chico estaba como si nada o eso creía ella, ya que no reflejaba ni siquiera una muestra de intranquilidad, ni de nerviosismo. Estaba como si todo aquello fuera tan natural, algo sin importancia. Un jueguito tal vez, que la única victima de todo era Lya, que cada vez se ponía mas nerviosa. Ella sabía que podría soportar mucho, pero hay ocasiones, días, momentos, que no es buena ocultando muy bien y su disfraz de “Soy totalmente ajena a lo que hagas” se quebraba.
Y pensar que todo empezó porque ella se le acerco primeramente y no se aparto. Posiblemente la historia hubiera sido otra si no hubiera sido tan orgullosa al respecto y aceptado que si estaba intranquila, pero no, tenía que salir su lado “yo se que puedo demostrar que nada me afecta” y si, lo iba a repetir mil veces, porque ahora tenía que enfrentar a las consecuencias de aquello.
Respiraba profundamente, sintiendo los latidos de su corazón, no se calmaba. Tampoco le apartaba la mirada de encima y tragaba a ratos un poco de saliva con esfuerzo, desviando ya la vista y solo centrándose en los labios del joven, subiendo a rato después a un ritmo lento su ojo diestro y observándolo nuevamente a los ojos, aquellos rojizos ojos que la miraban.
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No se habia movido durante unos segundos, los mismos durante los cuales Lya no habia reaccionado ni dicho palabra alguna, tal vez habia logrado que se pusiera más nerviosa o almenos que ya no pudiera ocultarlo, pues ya no sonreia quizas porque no sabia como hacerlo de modo que no se transformara en una risa nerviosa o algun suspiro, y el latido de su corazon se habia echo no solo más rapido, sino tambien más fuerte e incluso se habia sonrojado lijeramente; quien por otro lado no habia cambiado hasta el momento la expresion en sus rostro era el Uchiha pues el bien sabia que aquel acercameniento solo habia sido para provocar una reaccion cualquiera por parte de la joven fuera suave o brusca, pues aquello que termino en ese momento de cercania habia iniciado solo como una accion para pasar el tiempo
Finalmente la pelirosa articulo algunas palabras tratando de insinuarle que se retirara o almenos eso parecia, lo cual fue más como un susurro y aunque una respuesta normal en aquella situacion parecia como si le estuviera pidiendo porfavor en vez de ordenarselo como harian otras personas, sin embargo Itachi no se movio por unos instantes y solo se le quedo viendole a los ojos, como si estuviera concentrado en ello o como si tratara de ver al interior de ellos buscando otra respuesta
Lo se...
Dijo esto sin retroceder ni alejarse y casi de inmediato con la misma mano que habia acomodado el cabello de Lya ahora acariciaba la mejilla de esta buscando atraer la atencion y vista de la joven y justo en el momento que ella desvio su vista una nueva accion la haria sorprenderse pues Itachi habia convertido la distancia que los separaba en absolutamente nada y en ese instante los labios del Uchiha tocaban los de la pelirosa pues este se habia acercado para besarla; no fue un beso posesivo ni muy profundo como alguien podria esperar de una situacion asi, tampoco fue algo rapido como si se tratara de un juego simplemente, fue algo suave y casi se podria decir que tierno, aunque no fuera como se describiria a Itachi, y no lo corto por algunos segundos y cuando lo hizo se separo, aunque no demasiado, y se preparo para lo que en primera instansia visualizo como una bofetada o talvez algo peor, y luego para alguna otra posible respuesta de la joven, fuere lo que fuere no saldria de esa habitacion gracias a las habilidades del Uchiha que hacian que ninguno de los de afuera pudiera oir, ver o enterarse de lo que ocurria en el interior de aquella celda
Finalmente la pelirosa articulo algunas palabras tratando de insinuarle que se retirara o almenos eso parecia, lo cual fue más como un susurro y aunque una respuesta normal en aquella situacion parecia como si le estuviera pidiendo porfavor en vez de ordenarselo como harian otras personas, sin embargo Itachi no se movio por unos instantes y solo se le quedo viendole a los ojos, como si estuviera concentrado en ello o como si tratara de ver al interior de ellos buscando otra respuesta
Lo se...
Dijo esto sin retroceder ni alejarse y casi de inmediato con la misma mano que habia acomodado el cabello de Lya ahora acariciaba la mejilla de esta buscando atraer la atencion y vista de la joven y justo en el momento que ella desvio su vista una nueva accion la haria sorprenderse pues Itachi habia convertido la distancia que los separaba en absolutamente nada y en ese instante los labios del Uchiha tocaban los de la pelirosa pues este se habia acercado para besarla; no fue un beso posesivo ni muy profundo como alguien podria esperar de una situacion asi, tampoco fue algo rapido como si se tratara de un juego simplemente, fue algo suave y casi se podria decir que tierno, aunque no fuera como se describiria a Itachi, y no lo corto por algunos segundos y cuando lo hizo se separo, aunque no demasiado, y se preparo para lo que en primera instansia visualizo como una bofetada o talvez algo peor, y luego para alguna otra posible respuesta de la joven, fuere lo que fuere no saldria de esa habitacion gracias a las habilidades del Uchiha que hacian que ninguno de los de afuera pudiera oir, ver o enterarse de lo que ocurria en el interior de aquella celda
Itachi- Criminal
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Escuchó aquellas dos palabras y se puso a pensar. Un pensamiento rápido y fugaz que no alcanzo ni siquiera a la mitad de un minuto. Pensaba. Pensaba que lo que había echo no había servido mucho, él seguía como si nada y no se apartaba, esto realmente se estaba poniendo mal y se dirigía por un rumbo inesperado. Quien iba a pensar que solo conociéndolo en la tarde con unas simples palabras iba a terminar tan cerca del y eso que comenzaron con una distancia bastante considerada.
¿Cuantos fueron los segundos que comenzó a contar desde que dijo su pregunta? ¿Uno, dos, tres, cuatro…? ¿Diez? ni idea, ya todo eso estaba borrado, apartado de su cabeza y con la simple sensación de que su mejilla era acariciada, no le molestaba en lo más absoluto, solo que la sensación de nerviosismo era mayor. Se distrajo por aquello y de pronto sintió que sus labios habían sido tocados. Y no estaba del todo mal, ya que así era. En un acto de descuido el chico aprovecho y la beso.
No pudo reaccionar en el momento y solo se quedo helada o en otra palabras paralizada. Sin hacer ni un solo movimiento. No podía mas que abrir la mirada algo más que lo normal y quedarse así, sorprendida. Estupefacta por ese acontecimiento.
El tiempo pasaba y él seguía de la misma forma, sin alejarse, aun percibiendo aquellos labios tocando los de ella. Era difícil describir lo que en su mente pasaba y los sentimientos que le rondaban, pero una cosa estaba clara, no le iba responder si eso era lo que él esperaba y aunque no fuera así tampoco lo haría.
No negaba que la compañía del joven era grata y le había caído bien, a pesar de sus cortantes palabras de algunos momentos u otros. Era una persona bastante interesante y eso le atraía quizás un poco de aquel, pero sin que se malinterprete. Aunque eso que importaba ahora, ya se había confundido.
Por fin se había apartado, no tanto como lo hubiera deseado, pero ya no le rozaba los labios. Solo atinó separarse ella un poco más y bajar la vista, tapándose la boca con una de las manos y la otra utilizándola para ofrecerle al chico una fuerte bofetada por ese atrevimiento. Pero solo fue eso. Solo terminó con el brazo levantado y la palma extendida, ni siquiera tuvo el valor de aproximarla al rostro de Itachi. Se quedo así, sin hacer nada.
Otra vez mas no sabia la respuesta de porque lo había echo. Un simple deseo o capricho. Quien sabe. Lya no hizo más que apretar con fuerza la mano abierta y luego bajarla lentamente a uno de sus costados. Tampoco ni una sola palabra salio de su boca, la misma que seguía protegida por la otra mano, sin olvidar que su rostro se impregnaba de un color rojizo.
¿Cuantos fueron los segundos que comenzó a contar desde que dijo su pregunta? ¿Uno, dos, tres, cuatro…? ¿Diez? ni idea, ya todo eso estaba borrado, apartado de su cabeza y con la simple sensación de que su mejilla era acariciada, no le molestaba en lo más absoluto, solo que la sensación de nerviosismo era mayor. Se distrajo por aquello y de pronto sintió que sus labios habían sido tocados. Y no estaba del todo mal, ya que así era. En un acto de descuido el chico aprovecho y la beso.
No pudo reaccionar en el momento y solo se quedo helada o en otra palabras paralizada. Sin hacer ni un solo movimiento. No podía mas que abrir la mirada algo más que lo normal y quedarse así, sorprendida. Estupefacta por ese acontecimiento.
El tiempo pasaba y él seguía de la misma forma, sin alejarse, aun percibiendo aquellos labios tocando los de ella. Era difícil describir lo que en su mente pasaba y los sentimientos que le rondaban, pero una cosa estaba clara, no le iba responder si eso era lo que él esperaba y aunque no fuera así tampoco lo haría.
No negaba que la compañía del joven era grata y le había caído bien, a pesar de sus cortantes palabras de algunos momentos u otros. Era una persona bastante interesante y eso le atraía quizás un poco de aquel, pero sin que se malinterprete. Aunque eso que importaba ahora, ya se había confundido.
Por fin se había apartado, no tanto como lo hubiera deseado, pero ya no le rozaba los labios. Solo atinó separarse ella un poco más y bajar la vista, tapándose la boca con una de las manos y la otra utilizándola para ofrecerle al chico una fuerte bofetada por ese atrevimiento. Pero solo fue eso. Solo terminó con el brazo levantado y la palma extendida, ni siquiera tuvo el valor de aproximarla al rostro de Itachi. Se quedo así, sin hacer nada.
Otra vez mas no sabia la respuesta de porque lo había echo. Un simple deseo o capricho. Quien sabe. Lya no hizo más que apretar con fuerza la mano abierta y luego bajarla lentamente a uno de sus costados. Tampoco ni una sola palabra salio de su boca, la misma que seguía protegida por la otra mano, sin olvidar que su rostro se impregnaba de un color rojizo.
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