El reencuentro (continuacion)

llega con la joven al hombro agachandose para tomar impulso y pegar un gran salto que los deja sobre la gran rama de un arbol.
ayudandola cuidadosamente a bajarse de su hombro, la trataba con suma delicadeza.
se pone frente a ella encorvado y mirandola con esos ojos frios y osbcuros, pero de forma embelezada con ambos brazos tocando el piso en una posicion parecida a la de un gorila.
simplemente mirandola manteniendose en silencio, inmovil

Cuando quedo con la espalda contra el tronco del árbol, lo primero que hizo fue separar las manos y colocar su pie, con la pierna levemente flexionada, sobre la cadena de las esposas. Estiro de un solo golpe la pierna para arrancarse las esposas sin mucho mas problemas, masajeandose las muñecas rojas por las mismas.
Le devolvió la mirada y ladeo la cabeza hacia un costado.

-¿Quieres que te saque el bozal kana, kana? No eres un perro...- Le indico, intentando acercar sus manos al rostro del hombre, observando todo lo que le habian colocado para mantenerlo inmóvil, pero aun asi sin resultado.-Tu mataste a los guardias ¿Verdad?

no emitia sonido alguno, solo una ruidosa respiracion mientras la veia, parecia a gusto, tranquilo.
de repente de sus ojos comenzaron a brotar silenciosas lagrimas mientras permanecia quieto , de pie frente a ella

Cuando sus dedos estaban tocando el bozal, sintió las diafanas lagrimas del hombre. Se asusto, tal vez habia dicho algo o las cadenas le estaban apretando demasiado a tal punto se hacerlo llorar.
Un gran odio por y hacia aquellos que lo habian apresado de esa forma comenzo a llenarle el pecho, evitando por todos los medios que no se le notara en el rostro, pero le era dificil. Con mucho cuidado siguio con las manos el bozal hasta llegar a la parte de atras, donde se ataba. Parecia muy complicado por lo que llegaba a tocar. Se levanto, apartando las manos y de un salto, llego hasta la espalda del hombre.

-No es tan complicado como parece... Tal vez te duela un poquito- Un par de sus uñas crecieron alrededor de treinta centimetros, las coloco en las ranuras donde se encontraban candados y abrojos ajustados. Haciendo palanca, en sentido de las agujas del reloj, el filo y el giro seco cortaron y quebraron las ataduras del bozal.-Lo que siguen son esas cosas de tus brazos...- Comento sacándole esa cosa de la boca, aun estando detras de el.

el bozal cayo al grueso tronco en el que se encontraban, haciendo un ruido seco dejando al descubierto su rostro que ahora se encontraba cubierto por largos cabellos plateados una corta barba de un dia cubria su rostro demarcado por la falta de sueño pero una gran vitalidad era visible todavia en el.
no te preocupes por mis brazos, tampoco era necesario lo que acavas de hacer, podria haberlo hecho por mi mismo - le dice en un tono ronco y aspero con una voz grave.
levantando los pesados brazos en el aire, las esposas empiezan a marcarse como si algo dentro hiciera presion, destruyendose en miles de pequeñas particulas, dejando libres los brazos del hombre, los cuales se encontraban muy colorados por la falta de circulacion, y una marca al rededor de ambos brazos por la presion, que lentamente comenzaron a curarse.
rena - musito en voz baja - porque estas aqui?
que hiciste con tu vida? - agrego con la niña aun en su gran espalda

Se quedo seria. Perdida aun sin saber si la estaban engañando sus iodos, para hacerle creer que lo estaba escuchando. Le toco las mejillas por la espalda, sintiendo la barba levemente crecida, ignorando por completo lo que le habia dicho y como esas enormes cosas que le cubrían los brazos explotaba y trozos intentaban romper su piel, sin mucho efecto.

-Una compañera me dijo un dia que queria ser como su madre, y me pregunto si queria ser como mi mama o mi papa... ¿Esta mal lo que elegi kana, kana?- Pregunto, con la voz algo reseca y nerviosa, recostandose suavemente en la espalda de su, creia, oto-chan.

le alegraba ser reconocido.... con las lagrimas brotando ahora con mas fuerza abre la boca para desirle en un tono ahogado
no si tu padre esta preso por asesinar un pueblo entero rena.... - le entristecia que su inocente niña siga sus pasos, pero en su cabeza le emocionaba verla manchada con la sangre de sus victimas - ahora estas cautiva igual que el imbecil de tu padre
lleva sus manos hacia atras tomandola de la cintura y levantandola, llevandola hacia adelante y abrazandola muy tiernamente
no sabes cuanto te extrañe rena - le dice entre sollozos pegandose a ella

-Yo no asesine a un pueblo, oto-chan.. soy una principiante aun- Le respondio aun sin poder mejorar su voz, intentándole secar las lagrimas, sin que salieran las de ellas. Trataba de buscarle un tono mas blando al tema, ya que era su reencuentro, para estar feliz, no para llorar. No se había hecho mucho problema por eso de estar encerrada, ya que pensaba que como habian entrado, podrian salir, pero decidio que era mejor no decirlo en voz alta ya que la retaria.
Se acurruco mas en el pecho de su padre, cerrando los ojos.-Yo tambien te extrañe mucho oto-chan

la abraza tiernamente con ambos brazos
quedate conmigo - le dice dejando de llorar - yo cuidare de ti ahora
se sienta en el tronco sin dejar de abrazar a su hija cerrando los ojos y escuchando los sonidos de la natutaleza

-No pensaba irme a ningun lado....-Le responde comenzando un vaiven lento y suave, para que su padre la siguiera. Cerro los ojos y se acurruco mejor, dejando que la brisa se llevara sus pensamientos y conciencia.