Dia de las visitas¿? O.ó

Hoy es el dia de las visitas... y yo no recibire a nadie... y nadie me visitara. Camino por los pasillos un poco cabizbaja y desanimada. Desde qeu entre a este lugar mi personalidad estaba cambiando.. no hablaba con nadie y me estaba volviendo poco sociable.

El lugar era tan triste qeu me entristecia a mi tambien. Los guardias solian decirme cuando pasaba por su lado con la cabeza agachada que debia haberme pensado antes lo que hiciera que hice y asi no estaria ahora tan apenada y despues se reian...

Lo que mas impotencia me daba el no poder darles su merecido por reirse de mi... ya que el maldito collar que llevaba en el cuello me absorvia todos mis poderes, y si intentaba quitarmelo me producia una descarga electrica bastante alta... ya lo intente cuando desperte en este lugar tan desagradable... y no fue muy agradable la situacion que digamos... Creo que aun hecho chispas...

Seguia con mi camino aunque parecia que tan solo daba vueltas en circulos, si me quedaba encerrada en la sala de visitas me deprimiria de tal modo que no saldria nunca de mi celda...

Skull sentado tras una ventanilla con un teléfono en su oído derecho y el respectivo lado en sus labios, que le conectaba al exterior y frente a él, separados por un cristal se encontraba una de las personas quien lo había traicionado y, aún con eso mente, se dignaba a ir a visitar al castaño.
Estaba enfurecido, rabioso, perdido en la irá, pero trató de mantener la compostura. Pero él, esa perra traicionera, esa rata embustera, no paraba de hablarle como si fuera un estúpido y no supiera la verdad. No pudo más, se levanto y arrojo su silla contra el cristal para seguido lanzarse sobre este y molerlo al golpes pero, a punto de rozar al individuo habiendo hecho trizas el vidrio, fue sujetado por los guardias que estuvieron por quebrarle el un brazo.

-Te lo juro, perro mal nacido. Cuídate la espaldas que te voy a joder – hablaba embriagado por querer ahorcarle, arrancarle cada miembro, destriparle y decorar su celda con esos órganos y demás porquerías.

Fue arrojado a los pasillos donde se distinguió una mujer; le miro de mala gana la levantarse.

Pare en seco cuando un muchacho aparecio delante mia desde la sala de visitas. Alce una ceja al ver con que humos se levanto y le rodee ignorandole, no tenia ganas de ningun follon con ningun preso... y menos aun si el preso estaba de mal humor... No podria defenderme en condiciones si a este se le fuera la pinza y me atacara... tan solo podria esquivarle y poco mas..

Parece que la joven le evito, simplemente dio paso rodeándole y parecía haber querido zafarse del problema. Skull andaba de malas, tenía que desquitarse con alguien, y que mejor que ella. La siguió tal cual cazador a su víctima pero este parecía adornar aquello con una buena presentación:
-Hola, a mi me dicen Skull, ¿y a ti? – le cuestionó dejando en claro el humor que se traía tras lo que había pasado.

Con las manos un tanto elevadas refiriéndose con desdén hacia ella en cuanto a su mímica se trataba. Le igualó el paso y se mantuvo a la zurda de la mujer, a unos centímetros considerables de esta para no incomodar más de lo que claramente ya lo hacía. Fue eso cuando la sonrisa que mostró era una clara inconformidad de él hacia ella…

Vi como se acerco a mi, parecia que intentaba desaogarse conmigo... y la verdad no tenia ganas de ser psicologa ni ningun saco de boxeo...

Jane...

Digo en un tono serio mientras caminaba. Notaba toda la tension que el llevaba consigo y me incomodaba bastante

-¿Te incomodo? Será que te sientes un tanto inútil, o es que no puedes arriesgarte a empezar un conflicto conmigo... Tal vez tal vez –se burlaba mientras ambos caminaban a la par, pero era los ojos rojos quien igualaba el paso de ella; parecía mostrarse algo inusual, no podía definirlo con exactitud pero diferenciaba quizás la actitud temerosa que mostraba.

-Oh, no sabía que ponían collares, así como los perros – claramente burlón fue que hiso referencia al artefacto que llevaba en su cuello, señalando con el dedo índice mientras que su otra mano permanecía del lado frontal de su cabeza.

Con ojos algo exorbitantes que acompañaba muy bien la locura esa cicatriz que marcaba su ojo de extremo a extremo fuese que le miraría. Era incomodo, para cualquiera sería incomodo tener que soportar esa mirada.

Ya era hora de que te enteraras...

Digo con un bostezo mientras no lemiraba a los ojos y miraba hacia delante

No es malo saber cosas nuevas para variar...

-¿Te sientes insegura? ¿Si te golpeo en estos momentos lograrías defenderte? – se detuvo por unos instantes incitándola con la mano a venir, dudaba que lo hiciera. Le igualó el paso nuevamente – Un collar, puede ser bastante incomodo. ¿Qué es lo que hace? – podría deducir el motivo del collar, pues era señal de peligro y con el color se le colocaba un seguro a dicho peligro.

Posiblemente, no podría ser del todo serio, pero era obvio que no era un adorno del cual podía hacer gala, a lo que le llevo a pensar que sería más bien algo que suprimía sus poderes y, si todos los reos en la prisión tenía poderes extraordinarios y era por eso que los encerraban particularmente ahí, ella no sería la excepción. Es más, posiblemente no fuera humana pues hasta el momento sólo sabía de un humano aparte de él.
Fue cuando él se acercó quizás un poco más ella, pero retirándose momentáneamente. No era que quisiera dañarle físicamente, no aún, sólo quería dejar salir el coraje que tenía verbalmente.

LE ignore completamente hasta que comenzaba a desquiciarme, y para que eso no pasara me desaogue diciendo:

- Mira.. no, no es comodo.. y si.. como seguramente estaras deduciendo este collar suprime mis poderes... y no tengo ganas de golpearme con nadie como tu...

Tras decir esas palabras regrese a mi camino y segui mirando al frente.

Fue extraño. El castaño le miro con curiosidad pero se quedó atrás, rascando su barbilla con su dedo meñique muy pensativo; vestido de negro fue que remango esas incomodas mangas que superaban el ras de sus dedo mayor, dejándole hasta la mitad de su bíceps que relució por la presión de la prenda. Le alcanzó con un tanto de prisa y al igualar, como compañero le siguió al mismo paso.

-Dime, ¿qué harías se te lo quitaran? – cuestionó con un tono de voz un tanto ronco; empezaba a hacerle efecto el dormir solo en calzoncillos en mero frío invernal.

Irme de este maldito lugar...

Digo seria y mirando al frente

Pero no puedo hacerlo, porque hice una promesa...

Digo apretando el puño, recordando aquella noche en el patio con Liquid

-¿Promesa? – no lo pudo evitar, sencillamente fue casi como una reacción al escuchar la palabra. Tomo su estomago tranquilizando el dolor que le causaba. Si, rio y se burlo a más no poder. No lo pudo controlar, casi cae al suelo solo para revolcarse entre sus risas; no lo podía creer.

Entre risas logró decir - ¿promesas? ¿En este lugar? – la risas acompañaban sus cuestionamientos hacia ella. Recargó su brazo contra el muro más cercano y se mantuvo así hasta que logró descansar de aquella burla. Retomo postura. – Disculpa, pero vayamos siendo sinceros, no puedes hacer promesas en este lugar, esas cosas no valen nada – parecía enojado, al alcanzar el paso de la mujer y quedarse a sus espaldas – Deberías olvidar eso. La promesa que hayas hecho con quien la hayas hecho, deberías pensar más por ti y lo que quieres, que por algún “guardia” o reo al cual le hayas dicho palabras de juramento – fue que su semblante se alteró y se denotó la seriedad con la había tomado esos comentarios.

No la hice si no me hubieran hecho nada a cambio....

Digo seria mientras miraba al frente

-Y… ¿Qué es tan valioso para sellar tu libertad, mujer? – pregunto cerrando el puño frente a ella, enjaulando el aire, tal muestra de poder, como si él mismo pudiera tener control sobre este; no era así.
Asimiló su paso, se notaba como cada paso lo daba significativo, dándole el espacio suficiente a la mujer para que pudiera abrirse a sus anchas. Skull aguardaba, tranquilo solo a un paso detrás de ella en lo que esperaba con la mirada a ella tranquilo su respuesta.

El salir sin ninguna persecucion mas....

Digo seria mientras me giraba y le miraba fijamente a los ojos

-Suena muy bien, ¿no es así? - fue en eso que se detuvo, casi chocando contra ella pero logro hacerse un par de pasos hacia atrás. Fue que, alzó un poco la mano y la dejo caer sobre ella, pero sólo tocando su cabeza.
-Reacciona mujer, ¿qué tan importante crees que sea esa persona que puede prometerte una salida sin problemas? En verdad, ¿crees que tenga la autoridad en esta cárcel para prometerte algo de esa magnitud? - Decía, le pareció chistoso pero a la vez serio.

No lo podía creer, fiarte de la palabra de un guardia. A eso Skull marcaba como desesperación. No podías creer en nadie mientras tu doctrina fueran esos muros, tú fe aquellas rejas y tú castigo los guardias. Realmente eran ellos los que se encargaban de actuar como tu verdugo y, ahora, vas y le crees sólo por decir cosas bonitas…

Vah.. y que mas da.. cada uno es libre de hacer lo que le de la gana no???

Digo y desvio la mirada no me sentia comoda con el..

-Una cosa es hacer lo que quieras y otra es ser estúpido. No justifiques tu error con palabras tan cliché – comentó furioso, odiaba a la gente necia y que sólo se escudaba con pretextos.

Pero, ¿por qué Skull se metía tanto? Realmente no era un asunto que le incumbiera. Pero, no podía dejar a gente tan boba por ahí hacer lo que quisiera. Fue en ese momento que elevó gallardo la mirada y se cruzó de hombros, mostrándose retador.

-Dime, ¿cuánto tiempo estarás aquí? ¿Cuántas noches pasaras con ese collar? ¿Cuántas personas se burlaran de ti y no podrás abofetear si tienes eso puesto? Realmente, no vale nada tener que suprimir lo que eres por palabras sin fundamentos. – concluyó.

Se acomodó el cabello, una brisa se lo había puesto sobre la cara, cosa que detestaba. Se lo hiso hacia atrás con ambas manos desde la punta del frente hasta el cierre de atrás y se logro distinguir más es cicatriz que atravesaba su ojos.
Se notaba molesto, más por como arqueaba ambas cejas.

Bueno... me da realmente igual lo que pienses...

Digo dandole la espalda y volviendo a caminar

-No es lo que pienso, sin no la verdad que tú estás negando. – Afirmó como si lo supiera todo, con esos labios hasta siendo movidos por arrogancia, por acariciar la verdad y tenerla en su poder cada instante, cada momento y nunca perderla.

Skull, siempre había sido así. Se mostraba ante los demás como el único que tuviera la verdad y la razón, aunque en constantes ocasiones contaba con esta a su favor. Se alzó, casi apunto de gritar estando por rozarle la mejilla con su diestra, cosa que no hiso pero volvió a ajustar el paso de la caminata. Inclinó un tanto el cuerpo, cosa que le dio una visión más amplia del rostro ajeno femenino pues estaba poco debajo de su cuello como le miraba.

-Vamos, acepta que tengo razón. No, más bien acepta que te equivocaste. – retomó postura y se mantuvo su avance un poco más lento.

Mira.. puede que me haya equibocado... pero gracias a esa promesa que hice ya no me siento tan inutil como antes... y por lo menos tengo una pizca de felicidad asique no me quites las falsas ilusiones que me he puesto en mente para ver este lugar tetrico y odioso con una pizca de luz para escapar de el sin que despues me persigan por lo que hice...

Digo seria parandome delante suya y mirandole a los ojos. Odiaba que me intentaran quitar lo que tenia ya en mente... y encima que me quisieran imponer su forma de pensar. Aun asi no me desquicie y respire hondo

Asi es que si dentro de ti hay algo de caballerosidad deja el puñetero tema... y dejame con mis pensamientos es mi vida y tu no tienes porque controlarla, ni tu ni nadie... de acuerdo???

¿Falsas ilusiones? ¿Pisca de felicidad? ¿Caballerosidad? Todo eso era para el castaño no más que simple mierda de perro. Intentó comprender, quizás adaptarse al pensamiento de otros mediante el entendimiento. Pero por más que le daba vueltas al asunto no acababa más que en regocijarse en su propio ego una y otra vez.
Podía aceptar que estuviera mal, pero jamás aceptaría tales estupideces. Se adaptó al obligatorio alto y se quedo frente a ella con sus orbes muy entretenidos en lo que decía.

Se acomodó el cuello de su camiseta y desabotono el botón superior, el que rozaba su cuello. Necesitaba aire y fue que suspiro y volvió a retomar la pose. Flexionó un poco los brazos tratando de buscar más calma pero inútilmente. Volvió a mirar y se preparó a comentar siendo ondeado su caballo por una brisa que le golpeo.
-Mira, sólo te diré una cosa. Será mejor que te vayas adaptando a la realidad, dejando esas ilusiones de poca monta a un lado. Que te vayas acomodando la verdad en la cabeza y vayas esparciéndola con esa boca, que hasta el momento no ha parada de decir mierda. Y, que… Olvídalo, yo no tengo chispa de caballerosidad – Finalizó con una risa un poco incomoda.

No, si eso ya lo pensaba yo... un ser como tu caballeroso??

Solte una carcajada

Lo unico que sabes es tocar las narices... asiqeu ahora dejame tranquila y no te metas en mis asuntos porque son mios... y a ti no te incumben vale??

Dicho esto le rodee y segui mi camino, no tenia ganas de hablar con personas que no podian aceptar un pensamiento diferente al suyo...

-Vale – Afirmó con amabilidad.

Extraño, bastante y sobre todo inusual, quizás con chispa de ironía. El castaño, escondiendo ambos orbes zafiro tras sus parpados, dejando caer el torso hacia adelante y con suma educación y respeto posar su diestra sobre su pecho desviado a la izquierda.
-Me disculpo – Caballerosidad fue lo que tiñeron y presentaban sus palabras; realizó una mueca con los labios, un gesto de bondad y amabilidad, vaya hipocresía. No importaba, Skull sabía actuar de lujo y el cambio tan drástico y repentino en su ser.

Si quieres actuar ve a la tele...

Digo secamente cruzada de brazos