La llegada del Demonio

un grupo de 10 guardias entran escoltando a otros 3 que llevaban consigo una gran caja metalica con una ranura en la parte superior donde a duras penas se veian un par de ojos observando el lugar.
dejan la gran caja en medio donde todos los presos encerrados podian observar.
los guardias y los escoltas se retiran, dejando ahi la gran jaula.
una luz verde comienza a parpadear en uno de sus extremos y las 4 paredes caen dejando a la vista a un hombre alto y fornido de mirada obscura tapada por cabellos negros encadenado de pies a cabeza, lo cual le impedia realizar movimiento alguno

Estaba esperando la llegada de aquel reclusa, era muy peligroso porque ella misma tuve que actuar para atraparlo, inmovilizando completamente todos sus miembros con la técnica que era propietaria y después de eso tuvo que encadenarlo y encerrarlo antes de llegar al lugar en aquella caja brindada.
Llegaron a Gokushi y sin mas que hacer solo camino alrededor de la jaula con una sonrisa y acariciándole el cabello a una de sus tantas muñecas de porcelana, esta vez tenía a una de cabello rubio y de un hermoso traje rojo con negro que combinaba con el mismo vestido que traía Aina. Ella misma parecía muñeca con las mejillas tan sonrojadas por el colorete y los labios rojos.

-He traído a un muñeco nuevo… que lindo mi casa de muñecas aumenta de tamaño- Dijo con una sonrisa enorme en los labios, deteniendo enfrente del para verlo mejor cuando las paredes de la caja cayeron al piso. –Umm... es muy peligroso… ¿Akima quiere verlo?- Le preguntó a la muñeca que tenía en las manos, levantándola al nivel de los ojos sin dejar de sonreír. -¡Si! ¡Si! ¡Akima quiere ver aquel nuevo muñeco!- Decía ella misma imitando una voz mas aguda como si se tratara de la voz de la muñeca.

-Suéltenlo…- Ordenó alzando la mano hacia aquel nuevo individuo.

un gurdia tembloroso se acerco a el, con un manojo de llaves , el encadenado lo ve acercarse y rapidamente destruye las cadenas que lo apresaban, tomando al guardia por la cabeza con su mano derecha y atravesandole el corazon rompiendo su pecho y espalda completamente con su otra mano desnuda.
quita el brazo del cadaver.
me dejara tener un 2do round con usted??? hojou sama?? - pregunta tronandose los dedos emitiendo un aura maligna muy poderosa

Ni siquiera pestaño cuando uno de sus oficiales fue atacado y mas encima cuando le quito el corazón, era como si presenciara una escena tan normal. Ya que solo sonreía felizmente acariciando el cabello a su muñeca de porcelana. -Esto ya acabo.- Musitó levantando la mano diestra rápidamente y separando los dedos para lanzarle hilos muy delgados e invisibles a los puntos esenciales de las partes del cuerpo, inmovilizando toda su capacidad de movimiento.

-Mira Akima... mami ya lo acabo… - Sonrío felizmente levantando la mano al aire y haciendo que el cuerpo el hombre azotara contra el techo la cárcel fuertemente y luego bajándola para que azotara por segunda vez en el suelo. Aun mantenía el control de su cuerpo, lo manejaba como si fuera una marioneta humana.

intentando moverse logra ponerse de pie, pero simplemente eso, sin llegar a mover el resto de sus extremidades
una extrema locura aprece en su rostro - crees que eso puede tenerme tranquilo??? ASESINE A UN PUEBLO ENTERO!!! NO ERES NADA MUJER!! ME HARE UN BANQUETE CON TU SANGRE ESTUPIDO HUMANO IMPURO - luego su cara se torna seria nuevamente como si su personalidad cambiara totalmente - de todas formas, que eres??

-¡No me levantes la voz!- Cierra un poco su mano pero no en estremecía, haciendo que las partes del chico se retorcieran levemente, escuchándose como algunos huesos sonaran por aquella acción, no seria raro que ya algunos hueso estuvieran rotos. –Akima no le gusta los gritos…- Mencionó ladeando un poco la cabeza y dejando que finas hebras blancas de cabello se deslizaran por su mejilla.

WAJAJAJAJAJA - rie sintiendo el crujir de sus huesos - en pocos segundos estaran como nuevos sabe?
unos cuernos comienzan a crecer en su cabeza y alas en su espalda,
con na sonido similar al de un vidrio romperse, se libera de las ataduras y arremete contra la chica encerrando su cabeza en una mano y llevandola hacia la pared hundiendola en ella, en el trayecto su muñeca cae, rompiendose al chocar con el piso

Exactamente tuvo que tirar la muñeca al suelo por aquel movimiento tan inesperado de aquella bestia, no esperaba que se transformara y mucho menos sabia de aquella faceta. Solo llevó rápidamente las manos al rostro, cubriéndoselo y haciendo que millones de finas hebras invisibles salieran de sus palmas, sujetando la enorme mano del prisionero y dejando un estrecho de la palma del y la cara de Aina.

No cambio la expresión del rostro, aun sonreía ampliamente como si se tratara de algo muy simple de resolver. Sin esperar mas que dos segundos hizo un movimiento de vaivén con la mano, provocando que el cuerpo del hombre se hiciera hacia atrás, mientras que con la otra la empuño fuertemente apuntándola a la cabeza del sujeto y levantando enseguida dos dedos, el índice y el del medio, saliendo de la punta de ambos un hilo delgado pero no invisible, se podía ver a la vista claramente, era brilloso. No tardo ni un segundo en atravesarle la cabeza, más específicamente un poco más encima de la frente, lugar exacto donde se encuentra uno de los puntos esenciales, el chakrá Sajasrara, el cual controla todos los demás chakrá, sellando parte de este podrá sellar también lo poderes demoniaco que posee el chico. Y eso hizo lo sello.

-Le quitaremos las pilas al muñequito…- Decía refiriéndose aquella esencia que estaba en su interior, aquel poder que lo hacia ser tan peligroso, claro que no sello la energía por completo si no parte de ella, si la sellaba por completo todos sus chakrá estarían cerrado también y lo dejaran casi en estado vegetativo, por el momento era mejor así, solo parte.
Al terminar aquello retiro la mano extendida y la coloco nuevamente en su costado, mirándolo con una sonrisa. Ya sabia que él no podía hacer nada, estaba muy débil para ello, puesto que al cerrar aquel punto igual sus energías se esfumaron.

se siente demasiado cansado, callendo al piso agotado, sus sentidos se desvanecian y su forma volvia al a normalidad, sus ojos se cerraban mientras se veia caer lentamente. quedandose dormido en el frio piso de la prision, sin saber lo que habia pasado.
todo se veia obscuro no habia nadie cerca, solo voces. Las mismas voces que siempre se burlaban de el, la furia inundaba su ser completamente...se encontraba solo, solo ante un mundo que no lo aceptaba, solo ante la indiferencia... solo ante la burla.... solo ante la humillacion.
deseando acabar con todo y con todos como aquella vez, algo tranquiliza su furia, un tierno y suave apreton en su mano. Su hija la unica luz en su vida, aun no la abandonaba.
no queria despertar de esa pesadilla, que se habia vuelto un hermoso sueño

Dejo que el chico cayera desplomado al suelo, buscando con la mirada a su tan querida muñeca de porcelana, la cual tenía el rostro completamente desfigurado. Millones de pedazos rondaban aquel metro cuadrado donde cayo, haciendo ninguna cosa mas que arrodillarse y empezar a recoger cada insignificante trozo con las propias manos.
Unos guardias vieron lo que hacia y fueron ayudarle de inmediato, pero Aina con solo mirarlos detenidamente a los ojos un tanto enojada los aparto, haciendo que estos mismo retrocedieran.

-Pobre de mi niña…pobre… ese muñeco malo te rompió…- Susurraba terminando de recoger todos los pedazos y guardarlos en un bolsillo del vestido. Tomando segundos después a la muñeca con ambas manos y abarcándola cariñosamente al pecho.

-Quiero que se lleven aquel juguete de aquí…- Ordeno mirando a los guardas con una expresión muy amable. -Pero antes… rómpanle la cara...- Se levantó y miro a su muñeca nuevamente para acariciarle el cabello, pero al hacer contacto con su cabeza ésta se rompió en mil pedazos, quedando un poco seria por aquella acción.

inconciente es rodeado por los guardias que comienzan a golpear rompiendole varios huesos
es tomado por uno de ellos, que lo carga en su espalda
en que celda tiro la basura?? - dice dirigiendose hacia aina
el rostro de shinn se encontraba ensangrentado completamente por lo cual sus facciones no se diferenciaban

-Donde sea…- Musitó la joven dándoles la espalda y caminando con su muñeca rota hasta la dirección. Nunca había botado a una de sus tan queridas amigas y menos lo iba hacer ahora, tenía pensando en pegarle los trozos con pegamento, quizás así podría estar mejor y no verse tan desfigurada, pero en el fondo sabia que no tenía arreglo.

Los guardias por mientras arrastraban al chico dejando un camino con su propia sangre, la cual rápidamente fue limpiada en segundos por dos policías mas, sabían y tenían claro que no le gustaba ver sangre a la joven Aina, menos en sus instalaciones o mejor dicho menos cuando ella estaba presente.

creo que lo llevare a la 01, no le tengo mucha confianza
lleva el cuerpo escaleras abajo a una celda de maxima seguridad.
tira el cuerpo al piso y le pone unas extrañas esposas, encadenandolo al rededor del cuerpo con un extremo de la cadena en las esposas y el otro en unas pesadas botas que le dificultarian el movimiento. luego un bozal en el rostro que lo cubria casi por completo.
se levanta y dierra la pesada puerta tras de el accionando la traba, con lo que un fuerte ruido se escucho.
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