Un pequeño descansillo

Los ojos de la chica, eran igualmente de encantadores que los de el, por lo que no quiso quitar la mirada de ella, la mantuvo mienras apegaba sutilmente su pecho a los de ella (Causando que se incara velemente). - Sus ojos madame.. - Le dijo cariñosamente al ver el cambio. Poso sus 2 manos a los lado del cuello de Lucrecia acariciandola tan suavemente que generaria en ella un precioso escalofiro. Este recorreria su cuello expandiendose hacia la espada para luego completar el entero cuerpo de la niña. Lestat estaba encantado por el momento.

-mmmh?...
dijo aquella chica cerrando uno de sus ojos para con el otro mirarlo detenidamente, sus ojos aun se encontraban de un rojo brillante y encantador, sintio las manos de este en su cuerpo por lo que se estremesio unos segundos, apretando las manos aun en sus pechos, con mas fuerza.
-mis ojos...?

Ya creia tenerla completamente cautivada y el se encontraba disfrutando al maximo este momento. Se encontraba completamente ahogado en aquellas acciones de ella

- Se encuentran rojos madame Lucresia. - Sus suabes labios como la tela se acercaron mas a la muchacha, dandole asi un cariñoso beso en su mejilla, siguio el recorido con un sutil rose hasta su oido, donde su embriagadora voz le dijo. - ¿Que deberia suceder ahora? - Su mano izquierda se despredio del cuello y cariñosamente la sujeto por la cadera. - ¿Que cree usted que sucedera ahora madmuasel? - Le musito por ultimo como una leve y complaciente brisa.

Subio una de sus manos liverandola de entre sus pechos hasta los labios de aquel y los acarisio abriendo un momento su boca y reir, sus ojos volvieron a subir mientras aun , su mano estaba entre sus pechos, suspirando.
-No morderas mi cuello??...
Sonriendole malisiosamente, aun acarisiandole los labios, y sus ojos rojos posados en el.

Sonrio maliciosamente, quizas ella veria esa risa un tanto sensual. - Eso es lo que cree que sucedera y quizas sea cierto... - Le hablo en un susurro mientras su mano libre corria el cabello de Lucrecia, dejando asi a la luz de la luna aquel hermoso cuello. Se veia tan resplandeciente, tan atractivo. Pero aun no debia hacer nada, se controlo y prosigio. - ... Pero la primer pregunta fue, ¿Que deberia suceder ahora? - Volviendole a insistir con su pregunta.

sonrojada volvio a aquellos ojos oscuros, algo nerviosa subio sus manos a la espalda de aquel guardia tan extraño y las coloco en su espalda, apretandola unos momentos.
Se encontraba un tanto nerviosa, el cambio de color de sus ojos significaba un cambio de personalidad entre "" solo se volvia algo mas observadora y desisiba, suspiro serca de su oido y sonrio.
-No-No lo se

- Tenemos toda la noche para que piense madame... - Aquel susurro abria impactado de una manera extraordinaria en el odio de ella y al mismo tiempo la mano del vampiro, la que estaba en su cadera se deslizo por la blusa de Lucrecia. Tomo el atrevimiento de introducir su fria mano por debajo de su ropa y alli sujetando firmemente con su fria mano la desnuda cintura de la chica.
Tanto como su boca, su nariz se encontraba sobre el oido de la princesa, por lo que ella en todo momento oia la tranquila respiracion de Lestat, que la llevaba con un romantico compaz.

-puedes...hacerme lo que quieras...-
sonrojada mirandole el cabello acarisiandole la espalda con sus manos , vastante calientes mientras su respidasion algo nerviosa pegaba contra sus cabellos, una mirada sonrojada, observandole el cabello a aquel chico.
-eres un vampirito no?...
suspirando y apretandole la espalda unos momentos aun nerviosa

Sonrie regocijado de plaser, si ella le hubiera visto el rostro notaria sus sobrenaturales caninos. - Por usted Lucresia soy lo que quiera. - Nuevamente el nombre de ella parecia miel para sus oidos, esa forma de pronunciarlo era lo mas dulce que se podria imaginar.
Su mano, la que se encontraba debajo de su ropa fue elevandose lenta y cariñosamente, probocaba que el cuerpo entero de Lucrecia se estremeciera. Mientras tanto su otra mano la tomo firmemente por la nuca, sus labios se posarion en su oido y le dieron un sonoro beso que causaria mas estremecimiento para el cuerpo de la joven.

Lestat por su parta era envuelto por el calor de esa chica, causando en el, en sus agudos sentidos unas terribles y fuertes emociones que le encantaba. No sabria como seguiria esto, pero seguramente no querria matarla, sino adueñarse de ella.

Se estremesio unos momentos por todos aquellos movimientos y sonidos q hacia el chico, de un momento a otro una de sus piernas subio a la cadera de aquel, apretando sus manos en la espalda de el mientras sonreia
-Lestat...-
pronuncio su nombre aun nerviosa pero a la ves seductora, beso su cabello y lo olio unos momentos sonrojandose aun mas sintiendo su aroma, su fraganzia. Sus besos se acian mas profundos hacia su oreja pasando de su cabello lentamente bajando

La sorisa en su rostro no se borraba y con los movimientos de ella generaban que el momento provocaba que todo fuera mas intenso, mas pasional...

- Lucresia... - Volvio a decir su nombre de tal forma, como si se escapara de sus labios.
La mano que iva lebantandose, recorriendo el cupero de ella se detuvo en su pecho el cual tomo sin titubeos, su cuerpo a la ves presiono al de ella contra la pared y un segundo beso fue dejado debajo de su oido.
La otra mano sujeto la pierna de Lucresia. La tomo fuertemente clavando sus llemas en la piel suave de aquella mujer. Y esa accion dio tiempo suficiente para que el encontrara los labios de la prinsesa los cuales tomo con pasion como si de sangre se tratara.

sonrojada correspondio todo lo que aquel le hacia, sus mejillas subieron a un color aun mas rojo, Apretandose fuerte contra el, nerviosa pero a la ves segura de lo que estaba asiendo. Su pierna, fuertemente se aferro a el doblandola un poco mas, sus labios se movian con los de el . Logro cerrar sus ojos mientras que una de las manos q se encontraba apretando su espalda pasaba nuevamente a su pecho, apretando el mismo que el apretaba.

Aquella muchacha era una hoguera, se sentia envuelto en llamas en un terrible mar que lo inundaba y no le permitia respirar. Su beso aun asi no se detuvo, todo lo contrario pedia mas, lo profundiso de tal manera.. se apego a ella de tal forma.. Era tan asi aquel momento que los cuerpos de esos 2 seres parecia uno mismo.
Dulcemente la mano que sujetaba el pecho de ella comenzo a masajearselo y la pierna de ella habria sido lebantada tanto que seguramente su pie en el suelo se encontraba de puntillas.
Ese terrible y delicioso beso se mantenia sin que ninguno de los 2 aun tomara aire, en cualquier momento aquella necesidad probocaria que se interumpiera aunque ninguno lo quisiera.

Ahogo un suspiro en aquel beso profundo, sintiendo como aquel, apretaba, masajeaba su pecho, el cual comenzaba a notarse diferente. Sus ojos aun se encontraban cerrados algo apretados, mientras su mano abrazada a su espalda, se aferraba con mas fuerza necesitando, teniendo la necesidad de tocarlo, apretarlo con fuerza.
De un momento a otro, su lengua comenzo a moverse dentro de sus bocas intentando asercarse a la de el.

Como leyendo su mente la lengua de el ya estaba llendo hacia la de ella, ambas se frotaron mutuamente generando una hermosa sensacion.
La fuerza con la que ella lo sujetaba lo obligaba a hacer lo mismo, undio sus dedos en el suave y seguramente erecto pecho de Lucresia. La otra mano fue moviendose hasta la entrepierna de la chica, no se detuvo sino hasta que en su sujeto con firmeza su trasero.

La ropa de Lestat ya se encontraba completamente desarreglada y entre el beso su gorra habia caido al suelo.

La blusa de Lucresia ya se estaba callendo , era solamente aquello lo que la cubria,aparte de su ropa interior, suspiraba entre el beso, probocando algunos ruidos al sentir, como aquella mano llegaba a su pecho y la otra a su trasero, apretando mas su pierna contra el.
Lentmente sus labios se fueron separando de los de el, sus manos fueron bajando hasta la camisa de este pasando sus manos.
-Estas frio...-
Dijo al meter sus manos dentro de su camisa, tocandole la piel, aquella piel fria, que le encantaba,

Al cortar el beso el la obvservaba, dejandola disfrutar tambien a ella del momento.

- No por muchho tiempo madmuasel... - Susurro viendo esa preciosa cara, a convinacion con sus rojas mejillas creaban casi la imagen de una muñeca. -... No como que su fuego siga rodeandome asi... - Siguio el susurro y no aparto la mirada de Lucrecia.
Sus manos seguian aun tocandola tomando cuando centimetro cabiera en su mano. Deslizo la mano desde el trasero de ella hasta su espalda y alli tomo la blusa, que caeria al piso, al lado de ellos.

De un momento a otro lo solto y tapo su cuerpo con hambas manos, el sonrojo era aun mayor. Miro su cuerpo y el de Lestat frente a esta, se apego un poco mas , aun con su pierna sobre el, mientras lentamente bajaba su blusa, se la hiba quitando, mientras le observaba
.
-esta bien asi?...-
sonrojada, observandolo, volviendo a abrazarlo y apretandolo

Ella llenaba de una terrible pasion el hambiente tanto asi que el frio cuerpo de el vampiro comenzo a calentarse por su cuenta, estaba tan compenetrado en ella que no se dio cuenta. Su piel tomo un color mas rosaseo, sus labios se tinieron de un fuerte color vivo, sus mejillas ahora rosadas se veian mas viva que cualquiera y esos ojos verde demostraban un mayor interes que la sangre.

- Esta mas que bien Lucrecia... - Musito cuando desabrocho y dejo caer su pantalon al suelo, se aferro a ella volviendo a sujetar su pecho, su trasero. Mas encendido que antes luego de ver el precioso cuerpo que tenia enfrente se lazo a sus labios al mismo tiempo que introducia su mano debajo del sosten de Lucrecia.

completamente sonrojada, correspondiendo sus besos y movimientos, se aferro aun mas fuerte, lo mas que podia con una de sus manos, apretandolo . Su mano libre fue bajando hasta el abdomen de este, acarisiandolo, lenta pero seguro.
Su cuerpo se estremesio unos momentos al sentir aquella mano en su pecho desnudo, Sus besos asian que su cuerpo ardiera, que todo su cuerpo decease ser tomado.

La mano en el trasero de Lucresia fue rosando su cadera, su cintura, su abdomen... Con los dedos rosandole la piel lenamente fueron bajando jugeteando antes con su ombligo.
Su boca, nuevamente en su oido no dejaba de llenarla de embriagantes sonidos, una respiracion ajitada, dulce y pasional. - Lucrecisa... - Le seguia diciendo amorosamente.
Las manos en su pecho se encontraba completamente loca, poseida. La sujetaba de una manera tan fuerte y a la ves tan esquicita, el movimento de aquella mano daba una sensacion tan deliciosa al pecho de la princesa que en todo su cuerpo se sentia la exitacion.
Su lengua lamia de tanto en tanto su oido, sus alrededores estremeciendola mas y mas, volviendola lo mas loca que le era posible.

Su mano en el abdomen de el, fue bajando , moviendo sus dedos, acarisiandolo y riendo al sentir las lamidas en su oreja, exitada, besaba su cabello y tocaba mientras su mano aun lo apretaba con fuerza.
-Hazme tuya...por favor...
dijo con una voz deceosa, seductora y suplicante, su cuerpo se estremecia y apretaba contra el. Su pecho libre se frotaba contra su pecho.

No entendia la sensacion que le causo oir esas palabras de ella, pero sonrio, le agrado. Sin utulizar sus camino mordio la suabe oreja de ella.
Su mano, ya sobre la pantaleta de Lucresia en un movimiento la decendio y por si sola cayo al suelo, luego de obligarla a bajar la pierna por un solo instante. Luego volvio a colcoarla como antes. Su pelvis se frotaba contra su cuerpo, ya era el turno de ella de despoyarlo de la unica prenda que tenia. Deseaba hacerla suya y asi lo demostraba cuando volvio a decir. - Lucresia... -

Completamente sonrojada y deceosa bajo el boxer lentamente, pasando su mano acarisiandolo, aun asi apretandose contra el . Sus besos hiban asia sus mejillas bajando a su cuello, besando, lamiendo, dejando sus marcas en el.
-Lestat...-
Aun apretada a el y bajando unos momentos su pierna para subir la otra, acerco sus labios a los de el y lo beso.

Solto su pecho y tomo esa pierna, la que levanto con su mano, la alzo un poco mas y a la ves corresdondio aquel beso lleno de pasion.
Su otra mano agarro la pequeña cintura de Lucresia. Mientras la cadera de Lestat se hundio en el cuerpo de ella, su miembro fue lentamente introduciendose en la joven, pero no le permitiria gemir libremente, no soltaria sus labios por nada, el beso se profundizo mas en ese momento, su lengua encontro la de Lucresia y dulcemente la acaricio.
El movimiento de su cdera era muy lento y deseoso, un terrible placer incontenible envolvia a los jovenes en cada accion. Tanto el vampiro como la asecina se encontraban en un imenso goze.